D-N en el Simposio Internacional Diálogos sobre Nutrición y Sistemas Alimentarios Sostenibles
Los dietistas-nutricionistas estuvimos representados por Alma Palau, presidenta del CGDN de España y del CODiNuCoVa. Participó en el Taller Nutrición y Políticas Agroalimentarias junto con Arturo Angulo (FAO), Mila Font (Médicos Sin Fronteras) y Amador Gómez (Acción contra el Hambre).
En el Simposio han participado más de 50 ponentes, expertos nacionales e internacionales de diferentes entidades y de la administración, relacionados con el sector agroalimentario. El encuentro se ha celebrado en el marco de la conmemoración de Valencia Capital Mundial de la Alimentación 2017 y entre los asistentes se encontraban, entre otros, dietistas-nutricionistas.
La insostenibilidad del actual sistema de producción y consumo pasa porque “el 33% de la alimentación que se produce, se desperdicia y en que al año en el mundo se gastan 90.000 millones de dólares en alimentos que no comemos, con los que se podría alimentar a 2 mil millones de personas/año”. Por tanto, para la presidenta del CGDN y del CODiNuCoVa, el problema no es la sobrepoblación o la falta de alimentos, sino que “el hambre en el mundo y una población insana son consecuencia de un sistema alimentario poco sostenible”.
La presidenta de los dietistas-nutricionistas de España relacionó la alimentación sostenible con el equilibrio humano y la salud de la población, en una sociedad en la que se dan grandes desequilibrios y para ilustrarlo, “por un lado, en el mundo hay 795 millones de personas que pasan hambre, mientras que, por otro, en 2014 se contabilizaron 600 millones de obesos que se convierten en 2.100 millones, si hablamos de población con sobrepeso”. Además, como explicó Alma Palau, en términos de salud poblacional, comemos un 30% más de lo que necesitamos y todas estas cifras se traducen en enfermedades derivadas de cardiopatías, diabetes y cáncer, entre otras, “que están haciendo insostenible el gasto sanitario”.
Ante esta situación, los dietistas-nutricionistas abogan por defender una alimentación sostenible que está más cerca del equilibrio natural y que maneja de manera más inteligente las etapas de la vida, incluso frente a predisposiciones genéticas, además de ser capaz de ayudar a nuestro organismo a superar las crisis de salud y a prevenir enfermedades no transmisibles. Para ello recomiendan consumir más productos frescos y menos manufacturados, menos carne y más vegetales, así como fomentar el consumo continuado y habitual de alimentos ecológicos, biológicos, orgánicos, de temporada y de proximidad.
Durante el taller de trabajo posterior a las ponencias, se plantearon propuestas para una política alimentaria que garantice la seguridad nutricional, que serán presentadas a los alcaldes para la cumbre de octubre del Pacto de Milán.
Entre ellas: llevar a cabo programas de educación alimentaria en centros escolares, en la universidad y entre colectivos e incluir estas políticas en los pliegos de contratación de los comedores; la presencia dietistas-nutricionistas en los ámbitos de actuación municipal (educación, salud, mercados…) para trabajar la educación alimentaria; más marketing nutricional por parte de la administración pública en espacios públicos; regular las máquinas de vending en espacios públicos, para que provean de alimentos más sanos, promover una alimentación más ecológica, de proximidad y temporada; por último, la formación a profesionales sanitarios y del ámbito de la educación, para que estén informados y evitar que den consejos contradictorios que comprometan la salud.